martes, 29 de marzo de 2011

QUIERO MÁS

Las metas a conseguir son muchas y rigen nuestro día a día durante toda nuestra vida. Son las que nos mantienen activos, moviendo recursos y consiguiendo (o no) aquello que anhelamos con tanta ansia.

Siempre vemos nuestro horizonte lleno de lo que queremos conseguir esperando que el camino escogido nos haga llegar hasta ello, procurando tomar las decisiones oportunas.


Todos debemos tener ambición, debemos saber lo que queremos y llegar hasta el fin para conseguirlo.

En sí, la ambición es el simple deseo de conseguir unas metas concretas que la persona se propone; una vez logradas son sustituidas por otras diferentes. Se dice que las personas ambiciosas llegan a más en la vida, logran sus objetivos con éxito, mientras que los que carecen de ambición se conforman con pocos logros y no suelen plantearse nuevas metas.

Pero, ¿que pasa cuando logramos lo que queremos y no lo disfrutamos? ¿esa ambición puede llegar a empañar nuestro feliz momento? Pues siento decir que sí.

No es un aspecto tan malo como parece en un principio. Simplemente debemos saber cual es la causa por la que no nos sentimos bien con el 'logro logrado'.

Todos hemos vivido el momento disfrute del logro pero de repente nos enganchamos con otra cosa sin poder vivir el momento ni poder saborear el éxito. Dejamos la celebración para entrar en nuevas preocupaciones y retos. Uno de los retos puede ser ir a por más. La gratificación de haberlo conseguido dura 5 minutos para posteriormente desvanecerse y ser sustituida por retos más complejos (suele ser sobre el mismo tema). En definitiva, no estamos del todo contentos con aquello logrado... una pena.

Pero puede haber otra causa. Tal vez no era lo que queríamos realmente, no teníamos bien planteado nuestro objetivo y, nos gusta conseguir algo, pero no nos llena como aquello que de verdad queremos.

Incluso podemos llegar a pensar que nuestro logro no es para tanto y decidimos no perder tiempo en festejarlo. Vivimos en un mundo tan rápido que no queremos perder tiempo y simplemente seguimos sin más a por la siguiente meta, con sus retos asociados y sus decisiones a tomar.

No dejemos de disfrutar nuestros logros, seamos ambiciosos pero reconfortados con los éxitos cosechados a lo ancho de nuestra andadura. Seamos felices con lo que tenemos pero nunca nos conformemos. Vayamos más allá de nuestra mirada corta y veamos nuestros éxitos aunque sean pequeños.


¡¡¡¡¡¡ Nos vemos en la locura !!!!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario