jueves, 3 de febrero de 2011

EL ROL DEL PROFESIONAL

¿Ser psicólogo es ejercer el oficio de la psicología? En sí, es la primera idea que se nos puede venir a tod@s a la cabeza. Pero, ¿hay algo más?

En la concepción que tiene la gente de lo que es un psicólogo prevalece la idea de que hemos de ser fríos para afrontar las situaciones a las que nos vamos a encontrar en terapia. Tal vez se confunda el ser profesional con ser frío.

Un psicólogo es un ser humano más, una persona, y como tal se puede sentir afectado por las historias que ha de escuchar. Señoras y señores, no somos de piedra, también sentimos, e incluso, si nos pinchan, sangramos... de verdad lo digo... 


Tod@s tenemos problemas en nuestras vidas y a todos nos viene bien hablar de ellos, ya sea con un/a profesional o con un/a amigo/a. Los problemas ajenos nos influyen, al tiempo que los nuestros pueden afectar a los que tenemos alrededor. Somos seres sociales que se nutren de experiencias propias y ajenas, alimentando nuestro bagaje personal. Estas son las que nos forman para afrontar la vida, quedándonos con aquello útil y desechando lo inútil (que suele ser mucho, por desgracia).

Un buen profesional debe saber donde empieza y donde acaba su aspecto personal. Llegado el momento de tener a una persona enfrente que requiere nuestra visión como profesional, debemos saber que en ese preciso instante no somos los problemas que tenemos, somos la escucha activa que espera la persona.

Hay que saber nuestro papel en cada situación, y en la situación de terapia, nuestros problemas no tienen cabida. De puertas a fuera, somos nosotros mismos, de puertas a dentro, somos profesionales. 

No se trata de fingir, ni de ser lo que no somos, creo que nunca debemos perder nuestra manera de ser y, en cierta manera, nuestra espontaneidad como persona: hay que ser, sin ser.

Un buen profesional sabe dejar fuera sus problema, poner toda su energía y potencial con el objetivo de intentar ayudar a la otra persona e integrarlo en su vida. El buen profesional muestra su ser más natural, empatico y autentico dejando entre ver su esencia pero nunca sus problemas. Un buen profesional debe estar preparado y abierto para ayudar a la persona que tiene delante, no para que esa persona le ayude a él con sus problemas. El buen profesional se implica, no es superficial ni crea una falsa apariencia sobre lo que es, simplemente muestra aquello bueno que puede ayudar. Y así podría escribir muchas líneas más,...

En definitiva, si, el psicólogo es el que ejerce el oficio de la Psicología, pero detrás hay una persona, que sufre y ríe como todo el mundo. No somos fríos, no somos calculadores y mucho menos somos manipuladores, somos lo que somos sin ser todo aquello que no debe estar en terapia.

¡¡¡¡¡¡ Nos vemos en la locura !!!!!!

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